A unos meses de la aplicación de la encuesta PULS 2024 “Promoviendo la comprensión del liderazgo en las escuelas”, compartimos los puntos clave de los resultados que nos ayudan a comprender las prácticas, desafíos y experiencias de las y los líderes escolares.
Por primera vez en nuestro país, gracias a la alianza de Global School Leaders con Fundación Chile, se aplicó en el mes de julio la encuesta PULS 2024, cuyo objetivo era conocer la opinión de las y los directivos de todo el país.
Más de 500 profesionales de equipos directivos fueron parte de este proceso. Si bien los resultados del instrumento no se pueden generalizar, son datos valiosos sobre el liderazgo escolar chileno.
La encuesta evaluó diversos aspectos de la gestión escolar, como la planificación estratégica en las escuelas, el uso y gestión de recursos educativos, prácticas de liderazgo y el nivel de satisfacción de las y los directivos de establecimientos con su rol y condiciones laborales y uso de tecnología.
Uno de los hallazgos clave es que las tareas de gestión escolar y administrativas representan una carga significativa para las y los directores escolares en Chile. Según la encuesta, destinan el 68% de su tiempo a estas labores, dejando solo un 32% para actividades pedagógicas.
Esta carga laboral contribuye a altos niveles de estrés (siete de cada diez directores en Chile reporta tener un alto nivel de estrés), lo que evidencia la urgencia de implementar soluciones que reduzcan esta carga, permitiendo a las y los líderes escolares centrarse en su rol pedagógico.
El rol de la IA
Actualmente, una de las herramientas que permite agilizar las gestiones administrativas y escolares es la Inteligencia Artificial (IA). En lo que respecta al uso de esta tecnología, de acuerdo con los resultados del Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA 2024), nuestro país lidera en Latinoamérica en áreas clave como la alfabetización, la formación profesional y la penetración de habilidades en IA.
Este escenario permite proyectar la inserción de la IA en las labores de las y los líderes escolares, lo que disminuiría la carga administrativa en pro de un liderazgo más activo e innovador que impacte en los resultados de aprendizaje y el desarrollo de la comunidad educativa.
Sin embargo, solo el 35% de los directores escolares reporta haber recibido formación tecnológica y el uso de esta se ha centrado en aplicaciones básicas para el aula, dejando de lado herramientas para la gestión escolar.
Al respecto, Valentina Quiroga, gerenta de Desarrollo Humano de Fundación Chile, afirma que “la tecnología tiene el potencial de ser una herramienta transformadora en la gestión escolar y de apoyo a los aprendizajes, pero para que esto suceda, debemos apoyar a las y los directivos en el desarrollo de capacidades para el uso de soluciones tecnológicas, la comprensión de su potencial y sus riesgos. En definitiva, apoyarles para que puedan asumir un liderazgo en este ámbito”.
Liderazgo con evidencias
El Colegio Nazareth de Alto Hospicio implementa soluciones basadas en IA para mejorar su gestión educativa. Eduardo Lagos, coordinador de ciclo del establecimiento, explica cómo estas herramientas han permitido avanzar en ámbitos clave como la planificación, la coherencia institucional y la toma de decisiones basadas en evidencia.
“Utilizamos tecnologías e Inteligencia Artificial para la planificación tanto de docentes como de acciones a nivel de gestión”, señala Eduardo. Una de ellas es MITICA, modelo para integrar las TIC en el currículum escolar, aplicada para analizar y evaluar el Proyecto Educativo Institucional (PEI) y el Plan de Mejoramiento Educativo (PME), facilitando las reflexiones de los equipos educativos para que refuercen las ideas y entreguen su perspectiva individual y humana en este proceso.
Otra herramienta destacada, es IDEA, (que funciona con créditos o tokens que provee la plataforma cada mes), la cual se centra en el diseño de proyectos educativos y es alimentada con el currículum chileno con el apoyo de ChatGPT y Gemini, permitiendo identificar los contenidos y habilidades que pueden trabajarse en clases. Además, si se incorporan parámetros específicos como la diversidad o la perspectiva de género, se pueden desarrollar propuestas pedagógicas más completas. “Esto nos entrega una columna vertebral sobre las clases que se pueden realizar”, detalla el docente, resaltando cómo estas tecnologías ahorran tiempo y recursos al simplificar tareas complejas.
Perfil estudiantil
Así mismo, para apoyar y responder a las necesidades del estudiantado, también se incorpora el uso de IA mediante un dashboard interactivo que hace posible crear un perfil estudiantil. Eduardo Lagos lo ha construido utilizando herramientas del entorno de G Suite, como Formularios de Google, Sheets y Looker Studio (gratuitas con cuenta Google), automatizando el flujo de trabajo mediante Zapier y Make. Estas últimas brindan una versión de prueba gratuita que, al finalizar, permite acceder a una versión limitada que se puede ampliar con un costo adicional.
Para concretar esta labor, el coordinador describe que “primero se recopila información sobre habilidades sociales, cognitivas y desarrollo del pensamiento crítico mediante cuestionarios respondidos por las y los estudiantes, generando perfiles detallados que son compartidos con docentes, familias y los mismos alumnos”. Lagos, explica que esta iniciativa no solo ayuda a identificar áreas de mejora, sino que también permite observar el progreso año tras año. “A través de este perfil, tanto profesores como estudiantes y familias pueden ver las estadísticas y el avance”, comenta.
Evidencias educativas
Uno de los mayores beneficios de la implementación de estas herramientas tecnológicas es la posibilidad de tomar decisiones fundamentadas en datos concretos. “Tomamos decisiones de forma más rápida, eficiente y basada en evidencias, no en percepciones subjetivas”, afirma el docente. Esto no solo optimiza la gestión del tiempo, sino que también asegura una mayor coherencia entre la realidad educativa y los objetivos institucionales, siempre y cuando la IA sea alimentada con los datos correspondientes al establecimiento y al Ministerio de Educación.
La experiencia del Colegio Nazareth de Alto Hospicio es un ejemplo de cómo la IA puede transformar la educación al proporcionar herramientas que facilitan la evaluación, el diseño y la implementación de proyectos educativos. De este modo, se evidencia cómo la tecnología puede ser una aliada clave para enfrentar los desafíos de la educación moderna.
Emplear estas tecnologías permite que el salto entre un nivel y otro sea más rápido y consecuente, ya que las decisiones que tomamos se reflejan en la realidad educativa de nuestra comunidad.