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Soy docente de Lenguaje y Comunicación, imparto clases en un colegio de religiosas y mis estudiantes son niñas, cuyas edades fluctúan entre los 14 y los 18 años. El año 2020 enfrenté el desafío de impartir una nueva asignatura que pertenece al nuevo curriculum implementado por el Ministerio de Educación para los 3° y 4° medios, las denominadas asignaturas de profundización, en todas ellas debíamos realizar al final del periodo escolar un proyecto de asignatura y en mi caso debíamos analizar y evaluar los espacios democráticos al interior del colegio, pues mi asignatura de profundización era Participación y Argumentación en Democracia. El desafío era grande, porque debíamos trabajar en grupos colaborativos y estábamos en pandemia. Logré motivar a mis estudiantes y armamos unos excelentes grupos de trabajo, cada uno dirigido por una jefa de grupo, escogida democráticamente por ellas mismas. La labor de la jefa de grupo era tener reuniones de planificación con su equipo y reportar el ritmo de avance de las tareas cuando se realizaban las reuniones de equipo. En conjunto creamos encuestas para conocer la opinión de toda la comunidad educativa, con respecto a cómo se vivía la democracia al interior del establecimiento, luego al analizar los resultados nos dimos cuenta que las estudiantes percibían que uno de los espacios menos democráticos era la relación que ellas tenían con sus profesores. Creamos una campaña para fortalecer la relación profesor/alumna, haciendo ver de manera muy respetuosa a los docentes en qué situaciones las niñas y jóvenes sentían que sus opiniones no eran consideradas o de qué forma los profesores ejercían una relación autoritaria sobre ellas. La última parte del proyecto contemplaba un conversatorio online entre un grupo de representantes del alumnado y los docentes. Esta actividad fue muy provechosa, pues los profesores miraron la instancia como una oportunidad de crecer y ejercer su rol de educadores y facilitadores del aprendizaje y no se enfocaron en pensar, que solo se estaba criticando su labor y en ningún momento se pusieron a la defensiva, muy por el contrario se estableció un diálogo muy receptivo que nos ha permitido mejorar nuestras formas de comunicación y sin lugar a dudas hemos crecido como comunidad educativa.