La creación de hábitos saludables y de cuidado del medioambiente no solo potencia el desarrollo integral de la persona, en armonía con su entorno. También puede provocar impactos positivos importantes si se traducen en acciones coordinadas con otros, acerca de lo que utilizamos o compramos. Por dar un ejemplo, si todas las personas del mundo utilizaran ampolletas de bajo consumo, el ahorro en energía en el mundo sería millonario (en torno a 120 mil millones de dólares al año). Así, un consumidor responsable debe hacerse dos preguntas: ¿Cómo puedo reducir los desechos? y ¿Cómo puedo actuar de forma reflexiva a la hora de comprar y optar por una opción sostenible, cuando sea posible? Cuando ocupamos una bolsa reutilizable y reciclamos las botellas de plástico estamos reduciendo desechos. Lo mismo ocurre si no desperdiciamos los alimentos comprando y consumiendo en exceso. En Chile, la obesidad infantil y el sobrepeso han aumentado crecientemente, entre otros factores, por un bajo consumo de frutas y verduras y una alta ingesta de jugos procesados, bebidas gaseosas, dulces y comida chatarra. Si no cambiamos estos hábitos de consumo, al 2030 uno de cada cuatro niños y niñas de país será obeso.
Actividad Creatimat: Los puntos verdes
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educarchile
Fuente
educarchile
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