Las tecnologías digitales dejaron de entenderse como cuestión de aparatos –instrumentos que podríamos usar o no- para dar paso a la comprensión de un nuevo contexto de vida. Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), están presentes en nuestras comunicaciones y trámites cotidianos. Con ellas se han hecho cambios en todos los procesos productivos, cercanos y remotos. Y hemos llegado a duplicar cada dos años el conocimiento acumulado desde los comienzos de la historia de la humanidad.
TIC y Educación
Todo esto ocurre fuera de las escuelas. Dentro de ellas, el panorama es muy diverso: algunos establecimientos han adoptado las TIC como ambientes de aprendizaje; otros, en cambio, aun teniendo dotación de recursos digitales, los utilizan poco para la enseñanza. Por otro lado, los hábitos de uso de la tecnología en los estudiantes son cada vez más intensos. De hecho, cuando se miden conocimientos de uso de tecnologías, se suele decir que las actuales generaciones son las primeras en la historia de la educación donde los alumnos saben más que sus maestros.
Pero que los niños sepan usar las TIC, no significa que las usen para apoyar su aprendizaje o que estén protegidos frente al uso masivo de data personal en Internet. Incluso que la escuela utilice las TIC con sus estudiantes no garantiza que sea el uso que más potencie el desarrollo de sus alumnos. La mayoría de las veces, la escuela incorpora los recursos tecnológicos como apoyo a prácticas tradicionales de enseñanza, replicando con tecnologías lo que se hace habitualmente sin recursos digitales. Se necesita entonces, explorar nuevos caminos en la enseñanza y en la relación docente- estudiante. Un espacio nuevo, de co-construcción donde ambos actores aporten lo mejor de sí al proceso. Los estudiantes, su ágil manejo de las tecnologías; los docentes, su experticia en encontrar oportunidades pedagógicas en los lenguajes de los más jóvenes.
Nuestra propuesta
Esta sección –Herramientas TIC -nació para apoyar la apertura de este nuevo espacio. Aquí te acercamos a distintas herramientas de producción de contenidos, que se necesitan para desarrollar el conocimiento y las habilidades para el siglo XXI. Con ellas tú y tus estudiantes podrán crear, editar, evaluar, georreferenciar, graficar, interactuar, buscar, gestionar, programar, publicar, compartir y representar dinámicamente información; ya sea como la información como fuente –contenidos existentes- o como producto- creación o nueva sistematización de la información.
Estas herramientas permiten dotar de una visualidad atractiva a las producciones, lo cual conecta positivamente con los intereses de los jóvenes que encuentran en el lenguaje audiovisual un modo de expresión que les es muy familiar; al tiempo que los acerca al mundo profesional, con un acabado similar al estándar de trabajo de la vida real, lo que les ayuda a legitimar sus investigaciones y representaciones.
También, la mayoría de estas herramientas permiten compartir las producciones con sus pares ya sea en comunidades o redes sociales, construyendo un ecosistema de aprendizaje basado en la colaboración y abierto a la retroalimentación positiva de la comunidad.