Especialmente en pandemia, es fundamental que como docente, puedas reflexionar y tomar decisiones sobre la manera en que abordas el currículum con tus estudiantes siguiendo las orientaciones sobre priorización curricular. ¿Qué y cómo evaluar en este contexto? Sin duda son preguntas que debes estar formulándote. Para apoyarte en este proceso, acá te presentamos un ejemplo de Plan de Evaluación para la asignatura de Lenguaje y Comunicación de 6° básico.
Una de las principales dificultades que enfrentaron las y los profesores, con la declaración de la pandemia, fue el contacto con el estudiantado. A poco andar, algunos establecimientos resolvieron seguir vinculados a sus estudiantes a través de diversas plataformas y aplicaciones en línea, mientras que otros lo hicieron mediante el contacto directo con madres, padres y apoderados, al momento de ir a buscar guías semanal o quincenalmente.
Sin embargo, al iniciarse los procesos de confinamiento, producto de las cuarentenas y el agravamiento de la crisis sanitaria, las únicas vías de relación posible fueron la telefónica o la virtual, impidiendo que el sistema educativo asegurara la experiencia educativa para todas y todos (según cifras de la OCDE, un 12.5% de la población en Chile no cuenta con conexión a Internet).
El panorama antes descrito ciertamente se vio complejizado al incorporarse, en este escenario, las exigencias propias sobre la implementación del currículum escolar y las metas educativas establecidas para un año lectivo normal, principalmente debido a que las formas tradicionales de enseñanza y de acompañar el aprendizaje, están (o estuvieron, quizás) estrechamente relacionados con la interacción presencial.
Al pasar los meses y gracias al registro de distintas experiencias a lo largo del país, se ha podido observar que la priorización curricular, establecida por el Ministerio de Educación, ha sido una oportunidad para que, en un marco de creciente autonomía, las comunidades puedan desplegar la creatividad en el desarrollo del currículum. Esto no solo considerado el uso de vía de comunicación telemática, sino que también en las definiciones pedagógicas sobre qué estrategias incorporar. Parece ser que el actual escenario permite la incorporación de actividades más participativas, basadas en el ejercicio de una mayor independencia por parte de los y las estudiantes.
Política curricular
Si bien este año 2020, tras dos décadas de una sostenida política nacional en este ámbito, se completó la propuesta curricular con los niveles 3° y 4° Medio Humanista-Científico, la pandemia del Covid-19 obligó a la autoridad a redefinir las metas de aprendizaje, acotada a un número menor de objetivos de aprendizaje y un desarrollo en niveles, estableciendo una gradualidad en su desarrollo.
Esta decisión naturalmente descomprimió un escenario escolar complejo, pues al disminuir las metas de aprendizaje se abre una oportunidad para repensar las formas en cómo enfrentar la formación a distancia (cuándo es posible de manera telemática) y la posibilidad de romper probablemente con formas más tradicionales de enseñanza. Es, quizás, el momento de probar e innovar, siguiendo los enfoques y principios de las Bases Curriculares.
Principios: flexibilidad
La priorización curricular se enfoca en tres principios: seguridad, flexibilidad y equidad. Especialmente relevante es el principio de flexibilidad, pues bajo este se enmarcan un conjunto de recomendaciones para la gestión pedagógica que llevan a cabo las y los jefes de las unidades técnicas y el profesorado.
- Definir qué objetivos de aprendizaje se desarrollarán en el periodo escolar 2020 – 2021: Si bien se privilegia un orden establecido en niveles, los equipos educativos pueden ampliar su oferta teniendo en cuenta un orden distinto para el tratamiento de los objetivos, especialmente considerando los intereses y desarrollo de las y los estudiantes.
- Dado que la priorización curricular no es otro currículum se mantiene la invitación a las y los profesores a crear experiencias de aprendizaje que consideren el contexto de las y los estudiantes, atendiendo a las posibilidades de desplazamiento (confinamiento o etapas) y los recursos tecnológicos disponibles.
- Definición de las estrategias de evaluación:
La priorización curricular no cambia el marco evaluativo que usualmente desarrollamos, más bien nos ofrece la oportunidad de realizar procesos de profundización en los enfoques que el actual decreto propone, por ejemplo, la idea de la evaluación como un proceso.
Sugerimos en este caso establecer con claridad las metas de aprendizaje y comunicarlas a tiempo a las y los estudiantes.
Establecer instancias de retroalimentación escrita o verbal sobre las tareas o actividades que permiten el logro de las metas de aprendizaje, en este caso objetivos de aprendizaje.
Realizar procesos de evaluación formativa y evaluativa para cada objetivo de aprendizaje.
Incorporar estrategias de evaluación que impliquen el desarrollo de tareas de forma autónoma, a distancia y en colaboración con otras y otros, cuando esto sea posible.
Elaboración de un plan de evaluación
Un plan de evaluación puede considerar el desempeño individual o colectivo del estudiantado. En este caso se sugiere establecer el mismo plan, individual, para cada estudiante. Este plan considerará una autoevaluación y una evaluación realizada por el profesor o profesora. Las tres permitirán establecer a final del periodo una calificación.
El plan de estudio, en esta situación hipotética pero basada en una escuela básica del país, ha sido modificado por la pandemia y el distanciamiento, existiendo una disminución en los tiempos para el desarrollo de las asignaturas que contaban con mayor carga horaria.
A continuación, te presentamos un ejemplo de Plan de Evaluación para la asignatura de Lenguaje y Comunicación de 6° básico ¡Descarga aquí!
La calificación de los aprendizajes
Tal como establece el actual decreto de evaluación, la calificación es “la representación del logro en el aprendizaje a través de un proceso de evaluación, que permite transmitir un significado compartido respecto a dicho aprendizaje mediante un número, símbolo o concepto”, por lo que sugerimos que tras el desarrollo de las guías, el diseño del plan de escritura y la autoevaluación del trabajo realizado, coloques un concepto que puedas devolver al estudiante y su familia sobre la tarea desarrollada.
Observa el siguiente ejemplo, en que se utilizan 3 categorías: logrado (L), medianamente logrado (ML) y no logrado (NL)
¡Esperamos que este material sea de ayuda en tu labor educativa! Te invitamos a compartirlo con tus colegas y a escribirnos a contacto@educarchile.cl para compartir tus ejemplos o experiencias de priorización curricular y evaluación en pandemia.