Corría el año 2020 y la mayoría de los establecimientos en Chile estaban cerrados, pero asegurando el servicio educativo a través de clases a distancia. Con el propósito de entregar una herramienta que apoyara a las escuelas y liceos en el logro de aprendizajes durante la emergencia sanitaria por Covid-19, el 18 de mayo de ese año, la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación publicó una propuesta de priorización curricular.
En esta propuesta se establecían los objetivos de aprendizaje indispensables para el proceso formativo bajo condiciones de educación a distancia desde Educación Parvularia hasta 4° medio y se incluía el Plan de Formación General para 3° y 4° medio, junto con el Plan Diferenciado de la Formación Técnico Profesional (35 especialidades).
Ante el nuevo contexto sociosanitario, en donde los establecimientos regresaron a la presencialidad, y tras realizar un diagnóstico sobre la priorización, en noviembre de 2022 se actualizó la priorización curricular para el periodo 2023-2025, en el marco del Plan de Reactivación de Aprendizajes.
¿Qué busca esta actualización? En síntesis, que los equipos pedagógicos y directivos puedan focalizar su atención en responder de forma progresiva a los desafíos del contexto actual, fortaleciendo la flexibilidad y la autonomía. ¿Cómo? promoviendo la integración de aprendizajes al interior de una asignatura, entre dos o más asignaturas, o con Aprendizajes Basales de años anteriores, de acuerdo con las decisiones curriculares.
Principios orientadores
Cabe señalar, que la actualización de la priorización curricular considera cuatro principios orientadores. El primero de ellos es abordar los aspectos de bienestar, convivencia y salud mental en las comunidades educativas; el segundo principio, es el de contextualización, entendida como un proceso de toma de decisiones realizadas por las instituciones educativas y los equipos docentes respecto del currículum prescrito.
Para saber cómo se hacen realidad estos principios en la escuela, conversamos con Diego Silva Villegas, profesor de Educación General Básica en la Escuela Poeta Víctor Domingo Silva de San Joaquín, que en 2022 integró el equipo de UTP en su establecimiento. En relación a la contextualización, el profesor opina que es clave relevar los intereses de los estudiantes, conocer su realidad y la de la comunidad educativa, integrándolas en lo posible, al PME.
“En nuestra escuela durante todo el año pasado identificamos los intereses de nuestros estudiantes a través de encuestas. Por ejemplo, al inicio del semestre hicimos encuestas breves con pos-it o medios virtuales, formulándoles preguntas concretas como por ejemplo: ¿cuáles son tus intereses?, ¿cuáles son las habilidades que quieres desarrollar durante este año en Ciencias Naturales?, ¿qué expectativas tienes respecto del trato con tu docente?, ¿qué apoyos esperas de tu profesor?”, señala. En función de esto, se planificaron salidas pedagógicas pertinentes a los intereses del estudiantado, dentro de territorio.
El tercer principio orientador es la profesionalidad docente, que releva el rol reflexivo y activo del profesorado y equipos pedagógicos en la gestión curricular. En ese sentido, Diego comparte una práctica de su escuela, consistente en trabajar con equipos de aula desde educación parvularia hasta octavo básico.
“El equipo de aula está conformado por el docente, los asistentes de aula, los miembros del equipo PIE, la dupla psicosocial y la UTP. Estos equipos ven el contexto, cómo van avanzando las trayectorias educativas de los estudiantes (particularmente de un curso), y planifican cuál va a ser la estrategia para ese curso. Los equipos del primer ciclo se reúnen una vez a la semana, y los del segundo ciclo, cada 15 días”, explica.
Por último, un cuarto principio es la integración de aprendizajes que favorezcan experiencias de aprendizaje más profundas, el que Diego ya ha aplicado en su establecimiento mediante el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP). “Encontramos que el ABP era la respuesta más orgánica al currículum en función de los intereses de los estudiantes, nosotros buscamos Aprendizaje Profundo y para eso debe existir compromiso de los estudiantes”, afirma el docente.
Y desde su experiencia, plantea como desafío la detección de necesidades de desarrollo profesional para que ocurra la integración de aprendizajes a través de la articulación, ya que trabajar proyectos requiere del compromiso con los pares.
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