Para indagar en el tema conversamos con expertos que participaron en la investigación “Por una buena vida: aspiraciones de estudiantes de Educación Técnico Profesional en Chile”, liderada por la Secretaría Ejecutiva de Educación Media Técnico Profesional y ejecutada por el Núcleo de Investigación Acción en Juventudes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile. Te invitamos a reflexionar junto a nosotros cuáles son las necesidades y desafíos de este tipo de enseñanza.
¿Sabías que en agosto se conmemora la Educación Técnico Profesional? En Chile, actualmente existen 34 especialidades de Educación Media Técnico Profesional (EMTP) agrupadas en 15 sectores económicos, cerca de 5.767 docentes que se desempeñan en este tipo de enseñanza y una matrícula de 164.935 estudiantes (incluyendo a adultos - EPJA).
Cristian Lincovil Belmar, Secretario Ejecutivo de Educación Media Técnico Profesional, señala que “la Educación Técnico Profesional (ETP) es un tipo de formación de alta relevancia en nuestro país”, porque ofrece en el nivel medio y superior una alternativa de preparación para el mundo del trabajo, para la especialización y la actualización en lo que los diversos sectores de la economía requieren. Sin embargo, puntualiza que “en los últimos años se ha hecho patente que su alcance va más allá de ello”.
Este punto se reafirma en el estudio “Por una buena vida: aspiraciones de estudiantes de Educación Técnico Profesional en Chile”, liderado por la Secretaría Ejecutiva de Educación Media Técnico Profesional del Ministerio de Educación y ejecutado por el Núcleo de Investigación Acción en Juventudes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, donde más de tres mil jóvenes que cursan, realizaron su práctica profesional y/o están ejerciendo su especialización, dan cuenta de sus expectativas personales, académicas y laborales.
Cristian Lincovil explica que el estudio nace de la necesidad de integrar las voces de los actores del sistema en los procesos de diseño y evaluación de las políticas públicas en esta área. Esta iniciativa, liderada por la Secretaría Ejecutiva de EMTP en coordinación con la Unidad de Currículum y Evaluación (UCE) del Ministerio, se enmarca como una actividad de profundización vinculada al Congreso Curricular y Pedagógico en el contexto de la propuesta para actualizar las bases curriculares desde primero básico hasta segundo medio.
Hallazgos principales
Los resultados del estudio revelan que las personas que transitan la Educación Técnico Profesional buscan principalmente tener una buena vida, caracterizada por conseguir bienestar y transformar sus vidas considerando aspectos emocionales, sociales, económicos, territoriales y familiares; desean sentirse seguros y contar con estabilidad en sus condiciones de vida, al mismo tiempo que buscan oportunidades laborales justas y ambientes de trabajo positivos que les permitan desarrollarse profesionalmente. Junto con ello, valoran la educación continua y el acceso a apoyos sociales y económicos que faciliten su progreso en distintos programas de educación superior.
Klaudio Duarte Quapper, Coordinador Académico del Núcleo de Investigación y Acción en Juventudes y coordinador de la investigación, señala que, en respuesta a estas aspiraciones, “debemos considerar como desafío incluir la formación para la vida. Que no solo sea formación para el trabajo, lo que sin duda es importante, pero ellas y ellos manifestaron que les falta este elemento, que tiene que ver con el carácter ciudadano, los temas de género, las cuestiones de discriminación y la sexualidad juvenil, que está totalmente ausente y que como jóvenes necesitan”.
Otro hallazgo del estudio es la necesidad de más formación práctica, no necesariamente en el taller o en el laboratorio dentro del liceo, sino ir a terreno. Todo para tener mejores condiciones de vida que les permitan potenciar sus capacidades. “Realizamos 13 etnografías con jóvenes que estaban haciendo su práctica profesional desde Arica a Chiloé. Durante un mes aproximadamente los seguimos, fuimos a sus trabajos, los acompañamos, nos devolvimos con ellas y ellos a sus casas, pasamos por un parque, entre otras actividades”, destaca el académico.
Por otra parte, el estudio arrojó que la independencia y autonomía financiera son fundamentales para las y los estudiantes, así como el reconocimiento y respeto personal. Esa línea, da cuenta que quienes se deciden por estas especialidades, quieren administrar su propio dinero y tener la libertad para emprender proyectos de negocios independientes. Además, aspiran a vivir en un entorno libre de discriminación, donde se les trate con dignidad y respeto, sin importar su clase social, edad, género, territorio o etnicidad.
En virtud de lo anterior, Klaudio Duarte Quapper, sostiene que dentro de las conclusiones de la investigación falta considerar a las y los estudiantes de la EMTP como sujetos en tiempo presente, junto con sus sueños y anhelos, para que no perciban al sistema educativo como una máquina de pasar contenido. “Es importante generar un diálogo intergeneracional, que valore y tome genuinamente en consideración lo que estas personas jóvenes quieren y pueden decir”, resalta.
Desde la Subsecretaría Ejecutiva de Educación Media Técnico Profesional, Cristian Lincovil enfatiza que justamente ahí radica la importancia de este estudio. “Esta posibilidad de que la política y la práctica educativa consideren las aspiraciones de las y los estudiantes en la construcción de políticas, planes y programas para el mejoramiento de la educación técnico profesional, tendrá como consecuencia un avance hacia el desarrollo humano sostenible, siendo dialogante con las economías locales, la cultura estudiantil y los cambios cada vez más intensos de la sociedad actual”, sostiene.
Participación ciudadana
Otro de los aspectos relevantes que se observó en el estudio, es la baja participación de las y los estudiantes en actividades comunitarias o espacios colectivos, que involucren temáticas sociales, políticas o ciudadanas, siendo de mayor preferencia actividades específicas e individuales.
Ante esta situación, surgió la interrogante por la contribución de la propuesta educativa institucional, para promover la creación de organizaciones comunitarias dentro de los liceos. Estas experiencias podrían servir como plataformas donde ellas y ellos puedan participar activamente en la toma de decisiones y en la ejecución de proyectos que beneficien a sus comunidades. Al fomentar esta participación desde una edad temprana, se puede cultivar un sentido de responsabilidad con la sociedad y un compromiso con el bienestar colectivo entre las personas jóvenes, como parte de un ejercicio de aprendizaje de vida que pueda incidir positivamente en sus aspiraciones, puntualizó Lincovil.
Respecto a lo anterior, Duarte agregó la importancia de incluir en el currículum para EMTP la formación ciudadana y el pensamiento crítico, lo que él llama “formación para la vida”. A partir de la experiencia compartida con las y los estudiantes TP, mencionó que muchos se sienten fuera del ámbito social colectivo, ya que la participación social y la ciudadanía están mucho más presentes en la Educación Científico Humanista. “Lo que las y los jóvenes perciben es que lo que se les ofrece los va a llevar a reproducir lo que viven en su entorno familiar, que es vivir para trabajar, pero lo que realmente quieren es trabajar para vivir”, concluyó.