La Escuela Bernardo O’Higgins Riquelme de Tocopilla, pertenece a la Red de Escuelas Líderes, una iniciativa con 15 años de vida que reúne a más de un centenar de establecimientos en contextos de vulnerabilidad de todas las regiones del país, para trabajar en la mejora educativa. En el marco de su participación en esta red, este año pone a disposición sus prácticas para favorecer aprendizajes en estudiantes de la región, y así, inspirar a otras comunidades educativas.
La Red de Escuelas Líderes (REL) es una iniciativa con 15 años de vida, impulsada por Fundación Educacional Arauco, Fundación Educacional Minera Escondida, Fundación Chile y El Mercurio, que reúne a más de cien escuelas y liceos en contexto de vulnerabilidad de todo el país, para trabajar con colaboración en la mejora educativa en diversos ámbitos de acción.
Nuestro propósito en REL es visibilizar las respuestas innovadoras que las escuelas han desplegado ante las necesidades y urgencias que la reactivación educativa demanda, especialmente después de la pandemia. Tenemos la convicción de que son prácticas que muestran las capacidades de las comunidades educativas, su vocación colaborativa y pueden inspirar a otras comunidades para replicarlas parcial o totalmente.
De este modo, REL ha hecho un levantamiento y sistematización de prácticas en dimensiones como convivencia escolar, bienestar docente, asistencia escolar y reactivación de aprendizajes, para ponerlo a disposición de otros establecimientos y, así, sumarse al desafío país de la reactivación educativa, tan necesaria después de la pandemia. La Escuela Bernardo O’Higgins Riquelme de Tocopilla, miembro de la REL, destaca por su creatividad en buscar soluciones a problemáticas transversales a los colegios de la zona.
Rutina de atención activa
Este es un establecimiento municipal que atiende a 670 estudiantes con un índice de vulnerabilidad del 87%. Tras el regreso a las aulas, en 2022 se dieron cuenta de que la falta de presencialidad por causa de la pandemia había afectado a las niñas y niños, ya que, al no tener una rutina escolar constante, les costaba trabajo mantener una actitud favorable al aprendizaje.
Fue así como, a inicios de ese mismo año, decidieron instaurar el método HERVAT en los niveles de prekínder, kínder y 1° básico (en 2023, lo ampliaron hasta octavo básico). HERVAT, es un método creado por el doctor español Tomás Ortiz, y es el acrónimo de Hidratación, Equilibrio, Respiración, Visual, Auditivo y Táctil. Su objetivo es mejorar el proceso de atención y memoria.
La rutina se realiza a diario, cinco minutos antes de cada clase o una vez al inicio de la jornada, y la van variando para mantener la atención de niñas y niños. En primer lugar, todos beben agua de su botella para hidratarse, porque el líquido es necesario para el buen funcionamiento cerebral a nivel fisiológico.
Luego, realizan ejercicios de equilibrio como pararse en un pie -para mejorar la atención-, y ejercicios de respiración, imitando gestos y movimientos de dibujos animados como el popular Kamehameha de Dragon Ball, jugando a ser dragones (lo que promueve la calma).
Posteriormente, efectúan ejercicios visuales como seguir un objeto con la mirada sin mover la cabeza, lo que ayuda al proceso lector y luego, realizan ejercicios auditivos como cerrar los ojos e identificar qué compañero o compañera de la sala está hablando o incluso, cuentan sílabas con los pies para reforzar el proceso de lectura. Finalmente, desarrollan ejercicios táctiles, en donde por ejemplo, dibujan un número sobre la palma de su compañero y este debe reconocer qué número es.
Los resultados observados han sido satisfactorios, ya que pudimos observar niñas y niños más predispuestos al aprendizaje, con un ambiente de aula adecuado. Hemos constatado que les ayudó a potenciar la atención y la concentración durante el desarrollo de las clases, favoreciendo la participación y facilitando las condiciones propicias para adquirir nuevos aprendizajes.
Jugando se aprende mejor
En 2023 la escuela quiso ir un paso más allá. Se propusieron fomentar el aprendizaje a través del juego en las distintas asignaturas, favoreciendo las habilidades sociales entre pares, estimulando la creatividad y promoviendo el bienestar socioemocional de los y las estudiantes, al mismo tiempo que mejoraban el sentido de pertenencia a la comunidad educativa y la asistencia escolar.
“Establecimos un día del juego mensual, instancia en que los y las docentes de las diversas asignaturas realizaran actividades lúdicas que permitan el aprendizaje. Estos juegos se pueden realizar de manera grupal e individual, lo importante es mantener el espíritu del aprender jugando”, explica Teresa Ramos, jefa técnica del establecimiento.
Así, en matemática han jugado a la lota o bingo, puesto que estimula la capacidad visoespacial, el razonamiento, el lenguaje, la atención, la memoria semántica, la memoria a corto plazo y contribuye a fortalecer el proceso de numeración. En lenguaje, han cantado karaoke, porque cantando temas populares -leyendo la letra en una pantalla-, es posible reforzar la velocidad y fluidez lectora.
De acuerdo con Nadiezhda Yáñez, la adversidad de la pandemia acrecentó la innovación de las escuelas y liceos. Es por eso, que la invitación de la coordinadora de Liderazgo Educativo en Aprendizaje para el Futuro de Fundación Chile, es a sumarse a la Red de Escuelas Líderes para dar a conocer estas prácticas, postulando en el sitio de REL durante junio, mes en que se abrirá una nueva convocatoria. “Las y los invitamos a postular con sus prácticas innovadoras y sumarse a esta gran red que trabaja con ahínco, creatividad y colaboración por la mejora educativa, un espacio en donde encontrarán pares ávidos de compartir sus aprendizajes”, sostiene.