Libros viajeros: una iniciativa que fomenta la lectura desde la primera infancia

Innovación y educación

La iniciativa "Leer en familia: Libro Viajero, lecturas desde la escuela para la familia" es una estrategia de fomento a la lectura que comenzó hace 5 años en la Escuela Casas Viejas de la comuna de Puente Alto, con el respaldo de la continuidad pedagógica, la incorporación de la familia en el proceso y la satisfacción de ver a niños y niñas encontrar valor en los libros desde tan temprana edad. 

El equipo que trabaja la iniciativa es multidisciplinario donde participa un coordinador de biblioteca, la unidad técnica de la escuela y dos profesores. La coordinadora de los “libros viajeros” es Mitzi Romero Orellana, Licenciada en Lengua y Literatura, con especialización en gestión de bibliotecas y archivos, “y por convicción, mediadora en lectura”. Así se define la profesional que ha llevado este proyecto de fomento lector adelante, añadiendo que “esta actividad es una estrategia de fomento a la lectura exitosa en nuestra escuela; con ella se aterrizan todos los lineamientos estatales para fomentar la lectura desde la infancia, e incluir en dicho proceso a la familia”. Una iniciativa que fue reconocida por la Agencia de la Calidad en Educación, en su reporte de Visita de Aprendizaje en el año 2014, cuando estaban en su segundo año de ejecución. 

Los niños y niñas se inician en el desafío de los libros viajeros en prekinder y kinder, donde los apoderados tienen un rol fundamental en la lectura de cuentos y el apoyo para llevar una bitácora de curso donde niños y familias reflejan sus opiniones sobre la lectura. “Como los niños aún no tienen el proceso de lectoescritura desarrollado hacen un dibujo de lo que les llamó la atención del cuento y los apoderados nos dejan un comentario en esta misma bitácora”, señala Mitzi. 

Desde primero a tercero básico, niños y niñas cuentan con una bitácora personal para registrar sus impresiones de lectura, logrando identificar aspectos más formales, como autor, año de publicación, editorial, ilustrador, entre otros, además de recomendar o no el libro leído. 

Las profesoras de la Escuela Casas Viejas están innovando en el fomento de la lectura.
Profesores de la escuela casas viejas

Crear el hábito de la lectura

Mitzi señala que desde la Corporación Municipal de Puente Alto hay un plan de fomento a la lectura desde cuarto básico a cuarto medio, entregando un libro mensual a cada estudiante. “Llegué a la escuela y encontré que había un eslabón perdido, porque entregar un libro desde cuarto básico cuando no tienen la competencia para enfrentar la lectura, claramente ocurre que el niño o niña no lo va a entender, no le va a gustar. Tuvimos que retroceder en el tiempo y completar un espacio en la biografía que no había en torno a la lectura”.

Actualmente, la escuela Casas Viejas de Puente Alto cuenta con un préstamo anual de 15.000 libros, lo que da una media de 32 libros por estudiante. “Hoy los niños van a retirar libros a la biblioteca sin que les corresponda lectura, es sólo por gusto”.

Sobre esta iniciativa, la apoderada Claudia Flores, celebra el proyecto en el que participa su hija, quien hoy es una excelente lectora, destacando el apoyo en la casa como factor fundamental. “El hecho de que debían leer un libro semanal fue una motivación para que nosotros como apoderados nos sumemos, incluso mejoramos la redacción porque nosotros también teníamos que incorporar nuestra opinión en la bitácora, eso nos ha ayudado como apoderados a apoyar mejor el proceso lector de nuestros hijos”.

Mejores competencias lingüísticas y comunicacionales

Sobre las proyecciones de la iniciativa, Mitzi menciona que “pretendemos consolidar una red de formación de lectores entre la escuela, la biblioteca y la familia, a fin de seguir formando lectores integrales y competentes, capaces de enfrentar la cultura escrita con herramientas sólidas, que les permitan experimentar lecturas significativas, y que dicho proceso se desarrolle a lo largo de la enseñanza básica. A futuro, tengo la certeza que estos niños se convertirán en adultos lectores, quienes a pesar de no contar con condiciones socioeconómicas favorables, se desarrollen exitosamente en la sociedad, y superen estas barreras, pues contarán con mejores competencias lingüísticas y comunicacionales”.

Una iniciativa que ha sido celebrada por la comunidad educativa, donde niños y niñas afirman haber logrado una relación más cercana con la lectura gracias a la incorporación de actores claves en el proceso como es la familia y la escuela, agentes que se integran para fomentar el proceso de aprendizaje desde los primeros años de educación.

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Autor
Paulina Mercado, educarchile
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